El podcast: una habitación propia para las artistas
Por Ana Jaimes López
Revisando la historia del arte occidental, solía ver largos listados de personajes cuyas obras aún me sorprenden. Repasaba las vidas de los maestros del Renacimiento y del Impresionismo, sí, períodos artísticos importantísimos en la conformación del discurso del arte como hoy lo conocemos. Sin embargo, siempre me detenía a preguntar: ¿dónde están les otres artistas?
Es increíble que aún hoy en día algo tan aparentemente natural y sencillo como hablar de artistas -sin adjetivos, donde todes hombres, mujeres y no binarios sean incluides- se convierta en una tarea tan difícil porque son una considerable mayoría aquellos artistas que se identifican como o han sido identificados por hombres blancos, oriundos del hemisferio norte, clase media.
En 1971, Linda Nochlin reveló aquello que el discurso artístico llevaba siglos ocultando como mensaje subliminal “no hay grandes maestras del arte porque las mujeres son incapaces de alcanzar la grandeza”.
A pesar de que aún persiste la disposición de replicar el sistema de exclusión -mujeres artistas de la historia del arte-, el campo ha cambiado inmensamente desde la década de 1970, y esto se ha visto reflejado en la producción de nuevas becas, historias del arte, y exhibiciones que reconocen a mujeres como creadoras originales del amplio campo del arte moderno y contemporáneo.
Desde entonces, son variados los estudios que buscan dar giros a la historia del arte desgastada por cátedras escolares y universitarias recitando a Ernst Gombrich al derecho y al revés con biografías de los mismos quince artistas europeos de siempre. El National Museum of Women in the Arts o colectivos artísticos como Guerrilla Girls desde la década de 1980, por citar algunas fuentes, nos han permitido acceder a la vida y obra de nuevos personajes que rompen los moldes de un gran maestro del arte como nos lo enseñaron y amplían el espectro de representatividad dentro del oficio.
Sin embargo, una pregunta sigue en pie: ¿cómo permear con nuevos discursos, formas de ver el arte y personajes a aquellas rígidas estructuras construidas y perpetuadas desde las instituciones educativas?. Más allá de esto, ¿cómo alcanzar a los consumidores de estos temas -y convencer a nuevos- para que así mismo se siga demandando una revisión de género, raza y clase dentro de la historia del arte?
El podcast como herramienta para re-conocer a las artistas olvidadas por la historia del arte
En este escenario, el podcast entra a jugar un papel fundamental para la discusión de problemáticas que se salen del pensamiento heteronormado y de sus instituciones pues propone una libertad creativa que solo se acostumbraba ver en las márgenes del desarrollo cultural, en espacios muy reducidos, hasta la llegada de las redes sociales. Y aún con la accesibilidad que las nuevas tecnologías nos permite, la presión comercial, la publicidad y los caprichos del algoritmo de Instagram juegan un papel fundamental en los contenidos que llegan a nosotres.
Por eso el podcast se constituye en esa anhelada plataforma ilimitada que permite compartir historias y conversaciones contadas desde les otres. A diferencia del vlogging, el podcast deja en un segundo plano el aspecto visual tanto del recinto desde donde grabamos como de nuestro aspecto y en esa medida nos permite construir un ambiente más seguro e íntimo para comunicar de una manera más directa el verdadero poder de estas voces. Esto a su vez se traduce en ese acompañamiento al oyente, permitiéndole sentirse parte de la conversación. Vale decir, que no todos los podcasts son así.
Un podcast que ha respondido a mi pregunta ¿dónde están las artistas? es The Great Women Artists. Aquí Katy Hessel, historiadora del arte y curadora, entrevista a artistas mujeres sobre su carrera o entrevista a conocedoras e investigadoras de artistas del pasado sobre su vida y obra. Todo esto bajo un formato de conversación “entre amigas”. Me emociona recordar el episodio donde entrevista a la prima y biógrafa de la gran artista surrealista Leonora Carrington o aquel donde nos cuenta sobre Luchita Hurtado, artista venezolana radicada en Estados Unidos, que alcanzó reconocimiento internacional a sus 98 años. Resulta poderoso que personas puedan reunirse en un espacio virtual para discutir y celebrar la vida y obra de estos personajes, preguntándose: ¿quienes son? ¿de dónde vienen?, ¿Por qué luchaban estas mujeres?, ¿representaban su realidad en su arte? ¿O la de otros individuos?
Seguiré resistiendo al argumento de que sólo los hombres son genios y que las mujeres no pueden ser artistas tan buenas. Bajo esta premisa, y aprovechando la novedad que aún representa el campo del podcast, sería inaudito permitir que esta plataforma en construcción refleje las mismas inequidades y censuras que otros espacios frente a les otres.
En 2019, sólo un tercio de los top 100 podcasts de Apple podcasts fueron presentados o co-presentados por mujeres mientras que el 51% de los usuarios de podcasts en EEUU se identifican como hombres. Hasta el momento, se ha trazado un importante camino para las mujeres en el podcast especialmente en inglés, aunque en el idioma español aún falta mucho por construir. Un recordatorio de la importancia de consumir y apoyar proyectos creados y curados por les otres. También una invitación a crear ese podcast que nos gustaría oír, creando ese cambio que tanto exigimos y, ojalá, en nuestro idioma.
Ana Jaimes López
Conservadora y restauradora de bienes muebles en Grupo de Patrimonio Cultural Mueble del Ministerio de Cultura y Podcaster en A.eRe.Te Podcast
Link al podcast mencionado y episodios: