Ep. 248 La presión de la sociedad civil empujó la ley de etiquetado ¿hay impulso para más?
Para aprobar una ley en el Congreso hay que combinar apoyos políticos, votos de bancadas, lobby de empresas y el guiño del Gobierno de turno. Por muchos años, ninguno de estos factores estuvo de lado de los impulsores de la ley de etiquetado frontal, que aprobó el Congreso al cierre de esta legislatura.
La ley obliga a las empresas que producen comidas y bebidas ultraprocesadas, como las gaseosas y las papas de paquete, a poner un sello octagonal negro advirtiendo si tienen “exceso de sodio”, “exceso de azucar” o “exceso de grasa”. No hay impuestos adicionales, solo una advertencia a los consumidores. Sin embargo, aprobar la ley tomó casi una década y dos intentos fallidos anteriores.
Las organizaciones civiles que la impulsaron— y colaboraron con algunos congresistas en su redacción— son Red Papaz y Educar Consumidores. A través de la financiación internacional de Bloomberg Philanthropies, una organización del billonario Michael Bloomberg, estos sectores de la sociedad civil lograron hacerle frente al lobby de las empresas. A pesar de los peros a la ley del actual Gobierno y de la oposición de congresistas amigos de los sectores empresariales, finalmente lograron que pasara la ley.
¿Qué pasó para que por fin se aprobara? y ¿qué nos dice esta victoria de la sociedad civil sobre la relación entre políticos y ciudadanos? En este episodio del Podcast de La Silla Vacía hablamos con Carolina Piñeros, directora de Red Papaz; Mauricio Toro, representante a la Cámara y coautor de la ley; y Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE).